Fecha de visita: 17 de julio 2016.
Familia: Quoirin
Locación: Monteros. Tucumán. Zona pe de montana típica de las Yungas. Donde las precipitaciones son bastante abundante en verano y marcado descenso en primavera.
Producción: agroecológica de: Palta – Mango – Nuez Pecan – Maracuyá
Nombre del campo: YACUCHINA. (Aguada de la china)
Superficie: 10 hectáreas
Desde: 1994
El 16 de julio partimos a Tucumán en búsqueda del paisaje de la palta. En la capital, por el barrio Yerba Buena, nos esperaba en su casa Matías Quoirin con su familia compuesta por Magui -su esposa- y sus tres hijos: Mora, Joaquín y Luna, recién nacida. Nos hospedaron en su hogar recibiéndonos con una habitación calentita arriba de la pieza de juegos de sus chicos y un sabroso té.
Compartimos el desayuno del día 17 con un jugo de Maracuyá (producida de su campo) y naranja (de su propio patio), junto a tostadas de pan integral amasado por las propias manos de Magui. Un gran desayuno para estar preparados para la salida al campo; emprendemos el viaje.
Salimos finalmente a media mañana para Monteros (ubicada a una hora aproximadamente de San Miguel de Tucumán) parando a medio camino para comprar el asado que compartiríamos más tarde en el campo. A 15 minutos de llegar, frenamos en lo de un vecino que presta el estacionamiento para el tractor, herramienta vital para desmalezar y trabajar; está vuelta sin suerte de hacerlo arrancar. Luego de un par de intentos llegamos al campo sin maquinaria.
El campo tiene apenas una tranquera de alambre, no hay cartel y desde el camino solo se percibe un pequeño rectángulo que se pierde en el horizonte de monte nativo muy bien conservado; predominan Laureles, Horcos molles y Nogales criollos.
También convive una fauna de corzuelas y pecaríes.
La plantación es cultivada de manera que sus hojas vayan formando un mulch en el suelo para que haga imposible el crecimiento de malezas indeseables pero si la proliferación de helechos y un sotobosque para así recrear las condiciones naturales de la selva tucumana de la cual es oriunda la palta.
Y con estas maravillosas imágenes los dejamos contemplando este hermoso campo y esta gran Familia que se las juega por producir de manera sustentable, armónica, modificando lo menos posible el ambiente.
Gracias Matías y a toda la Familia Quorin por abrirnos sus puertas (y tranqueras) y su corazón.
Gracias Mery Palacios por el ojo certero y sensible a la hora de registrar la visita.
Y gracias a uds. Yuyuper@s por leer estas palabras y acompañarnos en esta aventura.
En breves llegan Paltas de este hermoso bosque nativo; ahora ya sabes quién les da el amor necesario para que las puedas tener en tu mesa!